No puedo más...

No puedo más...

Me arrastro a un salvaje deseo, me lleva a los infiernos de la lujuria con solamente pensar en ella...
Quisiera susurrarle al oído todo lo que en mí despierta, todo lo que siento con sólo pensarla...


Cómo es posible que sus ojos me arrastren a ésta locura de deseo contenido, cómo es posible que sus palabras, sus lascivas palabras me hagan imaginar cada escenario en el que quisiera que nuestros cuerpos se encontrasen al compás de una melodía, que nos marque el paso.
Acercaría mi cuerpo al suyo, memorizaría su perfume, la suavidad de su piel.

Quiero hacerla sentir, casi sin rozarla, un escalofrío que la recorra entera, que le haga desear que le haga tantas cosas...

Le susurraría  - quiero enseñarte mi sentir y que disfrutes del juego, enseñarte tantas cosas que pudieses disfrutar hasta la saciedad, llenarte de emociones y sensaciones que nunca antes hayas practicado.
Hacerte sudar, gemir, desear no parar en ningún momento, saborear los distintos placeres, embriagarte del calor y sumergirte en la ensoñación de la droga del deseo.
Deseo de más, de infinitas sensaciones, pausadas, agitadas, fuertes y suaves, llenas de encanto, de lujuria, de perversión y de sexo.



Recorrer cada centímetro de tu piel, deslizar mis manos al olor del azahar por tu cuerpo, hacerte gemir como ningún otro lo haya hecho, porque yo te marcaría el tempo.
Yo tendría el control, sumergirte en mil sensaciones, morir de deseo y resucitar de placer para volver a sentir las oleadas de éxtasis que recorran una vez y otra más tu cuerpo.
No te dejaría llegar, contendría todo tu ser, una pausa, para volver a la carga y dejarte sin aliento, sintiendo mil hormigas de electricidad recorrer tu piel.

Quiero que pierdas el sentido de la realidad, del tiempo y de ti misma, para entregarte a mi como ninguna otra se haya entregado.

Poseer cada aliento que se escape de tu boca, esa que me provoca y me evoca, quiero hacerte sentir que soy tu dueño y poseer cada lascivo deseo, sentir que eres mi dueña y hacerte saber lo que despiertas en mi.-

Y no puedo más... quisiera y no puedo, sólo me queda el consuelo de amarte en el silencio de la distancia, desearte, tenerte presente y sentirte en la ausencia de tu cuerpo.

No puedo más que llenar mis noches con tu imagen, con la posibilidad de un día ser el espectador y el actor que te incendie el cuerpo y el alma.



No puedo más... que seguir esperando volverte a ver.


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